Lado a lado

 

 

Anoche salimos los tres como de costumbre: La kika, Sebastián y yo. Los tres somos amigos hace tiempo. La kika se muere por Sebastián y se  le nota. Fuimos a un pub de un amigo de Sebastián donde  nos dejan las piscolas mas baratas, luego nos regalan las piscolas, luego nos regalan los vasos. A la kika le gusta el barman, dice que es amoroso. Yo no lo encuentro amoroso, pero tiene buena pinta, seguro las minas encuentran amorosos a los que tienen buen cuerpo, buen culo y todo eso. En realidad a la kika le gustan todos los hombres. Por la mañana fuimos al mercado y comimos mariscos, de nuevo los tres. Sebastian tenia una tremenda resaca, la kika lo seguía y yo estaba como lechuga, en realidad cuando salgo con ellos no bebo mucho, mas bien me detengo a mirar. A mi me gusta la kika desde hace años. Ella lo sabe y se hace la lesa. En realidad una mujer siempre sabe cuando le atrae a un hombre, somos demasiado evidentes y nos creemos el cuento de que somos invisibles y la estamos haciendo bien. Las minas siempre son mas piolas, cachan y se hacen las que no saben. La kika es una gringa de un metro setenta y cinco. Tiene un cuerpo firme, lindos ojos azules y pelo negro. Tiene pequitas en la cara, unos labios pequeños y unos dientes blancos de conejo. Una vez atinamos, cuando yo tenia 18 años, la noche que nos conocimos en una fiesta en la casa de Sebastián, mi mejor amigo. Esa noche le agarre el poto y una goma y para mi fue como si hubiese sido el mejor polvo de mi vida. Luego nunca paso nada mas. Hasta ahora, seis años mas tarde, cuando ya se supone somos grandes y aun seguimos juntos, los tres, en un triangulo de una amistad media rara, donde todos saben y donde todos simulan no saber nada. La kika una vez me hablo al respecto. Estábamos en un mirador con unos amigos cuicos de ella y con algunos amigos de sebastian, yo no tenia los míos, los personales, asi que compartía los de ambos. La kika estaba raja tirada en el asiento de atrás del auto de sebastian. Yo me tire sobre ella para descansar un rato y ella me dijo que me corriera, que no lo conseguiría aun si ella estuviese en coma. Entonces yo le pregunte a que se refería con  todo eso y ella simplemente me respondió –a eso mismo-. Fue todo lo que tocamos del tema y nunca mas lo volví a intentar, bueno, no al menos con esa evidencia. Por eso es que a veces vamos al bar del amigo de sebastian, como anoche e intentamos hacer una farra normal para ocultar esos pequeños detalles que todos conocemos de todos : Sebastian haciéndose el lindo con las minas, la kika haciendo como que no le da nada viendo a sebastian coqueteándole a minas tetonas y teñidas y yo, finalmente, haciendo como que no me interesa lo que pase entre las miradas que ella y sebastian se tiran de repente. Una vez sebastian me contó que habían tirado, pero que había sido fome. Fue hace como dos años atrás. La kika y sebastian estaban en la casa de los papas de la kika en la playa, yo no pude ir por que estaba enfermo y tenia para dos semanas en cama. Sebastian me dijo que la kika habia sido super evidente durante todo el día. Habían jugado en la playa y se tomaban constantemente. Por la noche estaban junto a los amigos cuicos de la kika y bebieron tequila y ron blanco. Estaban borrachos y el se fue a dormir a la pieza de los papas de la kika. Fue cuando ella entro, en calzones y con una polera, se metió en la cama y comenzó a tirarselo mientras sebastian hacia intentos por colaborar según el. Lo penca fue al otro dia, cuando amanecieron. La kika estaba en pelota a su lado y sebastian tenia puesto aun el condón que la kika le puso. Era evidente que habían tenido una relación sexual. Cuando el despertó y la vio ahí al lado la miro distinto, como se mira a una puta. Eso fue lo penca por que cuando la kika se despertó y lo vio directo a los ojos y se percato que hace rato el seba la miraba  quiso que la tierra la tragara. Nunca mas hablaron de eso. Estuvieron como dos meses separados y luego nos volvimos a reunir para mi cumpleaños. Ese dia llego la kika y sus amigos cuicos y rubiecitos, y el seba y sus amigos del equipo de rugby de la universidad y yo sin amigos propios , salvo la kika y el seba. Ya hace dos años de eso. Mi madre me dice que no es sano tener pocos amigos. Yo no se si los tengo, en realidad, yo no se si la kika y el seba son mis amigos en realidad. No es claro para mi cual es el limite entre la amistad y el amor, el amor que siente la kika por Sebastián, ese amor penca, fome, desgastador y cínico que se profesan ambos o el amor que siento yo por la kika. Un amor silencioso, demasiado evidente pero al final honesto y sincero. Aun que demasiado pobre y falto de iniciativa. En fin. A veces siento que la kika ama a los hombres que no la aman. A veces siento que todas las mujeres aman a hombres que no las aman y que mientras mas es el resentimiento que acumulan hacia ellos por ese amor no correspondido, mas es la profundidad en la que su amor se sume en un pantano de desesperanza y amargura y de ahí a que la cosa se ponga penca y se transforme en obsesión existe un solo paso, un pequeño paso . La noche que la kika me explico con breves palabras eso sobre  que ella sabia cuales eran mis intenciones en el asiento trasero del auto del seba ella se equivoco. Esa noche bebió mucho por que sebastian habia atinado con una de sus mejores amigas. Yo solo quería consolarla por que sabia por lo que estaba pasando y eso fue todo, pero en el fondo la kika siempre se ha resistido a que entre otro hombre a su vida, solo por que quiere estar disponible para cuando el seba se la pesque enserio. Luego del bar del amigo del seba acostumbramos ir a un café que queda en el centro, que abre toda la noche. Ahí nos sentamos en esas mesas con asientos que no se mueven , para dos personas sentadas frente a frente. Nos turnamos. A veces nos sentamos los dos con la kika y el seba al frente. Ahí ella me abraza y se muestra cariñosa conmigo, a veces se sienta el seba con la kika y ahí ella no hace nada, se queda sentada fumando y tomando café sin moverse y finalmente nos sentamos los dos con el seba y ella nos mira detenidamente, se rie y se recuesta sobre el asiento desocupado y dice que va a dormir un rato. Todos nos damos cuenta entonces lo que sucede, todos sabemos en el fondo lo que nos pasa a todos, es como si estuviésemos sentados los tres en una mesa, completamente desnudos sin decirnos nada, solos ahí, mirándonos, transparentes como agua de manantiales, con nuestros corazones y nuestros genitales expuestos, sin poder hacer nada. A eso  le llamo la teoría de la compensación, por que si alguien mueve un pie el otro probablemente saldrá afectado también: “ mientras alguien nace en este mundo otro esta muriendo”. Por eso es que aun seguimos siendo amigos, solo por la teoría de las compensaciones. Se imprimen fuerzas invisibles sobre cada uno de nosotros que nos impiden separarnos, aunque lo deseemos con toda nuestra alma. A cambio solo nos sentamos ahí y esperamos a que el tiempo haga el resto, nos consuma mientras bebemos café y fumamos cigarrillos malboro. Anoche cuando fuimos al bar del amigo del seba sin embargo, la kika estuvo un rato conmigo. Fue un rato agradable. Hablamos sobre que quería irse a ver a su vieja que esta en Australia con su padrastro y que necesitaba salir por un tiempo antes de ponerse a trabajar. Yo sabia lo que ella quería, y ella sabia de lo que huía y ella sabia que yo le contaría al seba y ella sabia que el seba no haría nada cuando yo le contara salvo exclamar con tono irónico – que rico que la gringa va a ver a su mama-. Los preparativos comenzaron una semana después. La kika le pidió plata al viejo y el seba y yo la acompañamos a la agencia de viajes para hacer la reservación del pasaje. Después de que compramos el pasaje nos fuimos al café del centro y nos sentamos en la misma mesa de siempre. Cuando llegamos la kika inmediatamente se sentó del lado de la ventana y yo dude sentarme al lado de ella. No sabia bien que posición adoptar , si sentarme con ella o con el seba o si el seba finalmente se sentaría a su lado y le diría algo cariñoso al oído. Fue un momento tenso por que los dos nos quedamos parados ahí sin decidirnos quien se sentaría a su lado, mirándonos como dos estúpidos, como dos niños que recién se descubren la tula en el espejo y no saben que hacer con ella. No se si la kika se sintió como una tula recién descubierta el espejo en ese momento. No lo se, a veces siento que si, a veces siento que solo hizo como si todo esto lo hubiese vivido antes y simplemente  no hizo nada, luego nos sentamos frente a ella, lado a lado. Dos semanas mas tarde la estábamos despidiendo en el aeropuerto. La kika abrazo primero al seba, le dio un beso en la boca con sus labios pequeños y luego de dijo algo al oído. A mi me beso en la mejilla y me dijo que pronto me escribiría y que me cuidara mucho. El seba no le dijo nada, se dio vuelta y se puso a mirar a unas minas de la delegación italiana que venían al país a jugar un partido de voley. Yo me quede mirando como la kika se perdía en la puerta de policía internacional sin mirar atrás. Al final hizo un gesto y  me pareció verla llorar.

 

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