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Charles Bukowski escritor bebedor y mujeriego
Editorial: " No hay nada de malo en beber unas copas".
Por J.A Veloso
Crónicas de piscolas es una colección de cuentos duros y turbios que muestran una realidad muchas veces desconocida ( o secreto a voces) de nuestra actual sociedad: El alcoholismo. El protagonista de estos cuentos, el borracho casual de bares abandonados por la mano de dios bien lo sabe. Conoce de cerca el estereotipo de hombre que entrega su vida en las barras , rincones malditos con una mezcla de hedores y sensaciones que flotan en el aire, que se meten en los pulmones y que nublan la vista, la conciencia y la razón... es dentro de ese mundo donde muchos encuentran su pequeño paraíso, un pequeño rincón del alma humano aún virgen que no ha sido alcanzado por la codicia, el odio, el desamor y la desesperanza. Es ese mundo interior que se forma en estos sitios lúgubres , recintos construidos para albergar a entes poco sociables con heridas muy profundas sufridas en la vida. Por lo anterior, y pese a que ningún médico en su sano juicio lo recomiende, beber unas copas en un sitio con hedor a humedad y humo de cigarrillos , es a veces una terapia efectiva contra el mal de los tiempos modernos : La Soledad y la desesperanza.
Por esos innegables dones curativos del alcohol, que muchos no reconocen al menos en un plano de sensatez, es que el celebre escritor Norteamericano Charles bukowski dice textualmente en una de sus obras mas magistrales "la senda del perdedor": " ... entonces descubrí el alcohol cuando tenía apenas 13 años de edad, bebi y pude darme cuenta que se sentía horriblemente bien, había una sensación de alegría en mi corazón y absolutamente todo me causaba risa, en ese momento decidí que el alcohol sería mi mejor compañero cuando quisiera olvidar malos recuerdos del pasado...". Bukowski aprendió muy bien aquello que bebiendo se olvidan las penas. Gracias al trago no solo olvido una infancia dura y cruel sino que encontró una fuente de inspiración en la vida de excesos que sobrellevó gracias al trago y que tan magistralmente plasmó en cada uno de sus libros, mismos que lo hicieron tan famoso al rededor de todo el mundo. Según sus editores, el éxito que llevó a este celebre autor a la galería de la fama se baso en el hecho de que fueron millones los seres abrumados por los golpes de la vida que vieron en sus particulares relatos su propia realidad, una realidad brutal en las que los problemas y los golpes llegaban casi sin previo aviso. Muchos se sintieron identificados con el viejo hank chinaski ( alter ego de bukowski), hombre mujeriego y bebedor, con una vida miserable y con un futuro turbio e inestable. Estas cifras, su excepcional popularidad nos revelan una realidad cierta, y es que existen millones de seres en el mundo que ahogan sus penas en un vaso de alcohol y que pese a los sabios consejos de sabios hombres de ciencia, al parecer no existe ningún otro medio efectivo para hacer desaparecer el dolor, la desesperanza y la soledad. Digan lo que digan , la verdad es que no hay nada de malo en beberse unos tragos y olvidar por un momento que la vida a veces se cobra demasiado duro la revancha.