A mis amigos... los únicos, los mejores, los de toda la vida ...              

   Hola amigos, ahora escribo bajo el seudónimo de Juan Andrés Veloso ya que por mi pega ( en una importante firma de la capital ) no puedo revelar mi verdadera identidad, pero para quienes me conocen muy de cerca de antemano gracias por no hacer tantas preguntas y disfrutar solo de vuestra cordial compañía y encaminarnos juntos en esta gran aventura que es la literatura. Quiero aprovechar esta página para hablarles de una pasión que me consume y que justifica en parte estas "crónicas de piscolas"; La literatura.Muchas han sido las largas horas de placer que me han proporcionado  libros de conocidos y desconocidos autores, antiguos fantasmas del pasado que han regresado en forma de letras cargadas de erotismo y  pasión, escritas bajo  sangre y sudor, letras mágicas que fueron y son capaces de trasportarme a mundos perdidos que aparecen en forma de experiencias que esconde el alma humana mas allá de los límites que muchas veces se no esta prohibido cruzar. Letras malditas cargadas de sarcasmo , letras de amor, cargadas de ternura y esperanza, letras de redención con historias de perdida y recuperación. Toda esta herencia ha servido de inspiración para la creación de una nueva corriente literaria: La nueva literatura maldita, esa que se escribe en las calles, el los bares, en la noche y en la soledad. Bajo la lluvia o un sol abrasador, historias de un mundo a veces demasiado real ; tan real que duele, como el hierro caliente en la carne viva .

     Crónicas de piscolas es la recopilación de 9 cuentos ambientados en lúgubres lugares, los bares: de uno u otro lado de la barra, en los que los protagonistas contarán sus historias bajo una luz trémula, bebiendo una piscola con mucho hielo y escuchando una melancólica canción de los U2. Cuentos de amores perdidos, de sueños frustrados , de incógnitas que atormentan el alma, que fulminan el espíritu, que aturden, que embriagan mientras las luces de la ciudad trasforman las calles en un camino amarillo, húmedo y solitario. Lejos de todo aquello, todas estas historias tienen sin embargo algo en común : La redención; Aquella búsqueda infatigable de los valores mas queridos de la humanidad : La esperanza, el amor, la justicia y el perdón.  

    Algo mas de mi...

    No existe un tesoro mas magnífico para mi que mis amigos. A ellos les debo todo. Me crié en un pueblo chico al sur de nuestro país. Soy amante de una vida simple: de la calle, de los amigos, los pelusas, de los partidos de fútbol de los domingos, de los flipers y de esperar a las minas a la salida del colegio. Grandes son los recuerdos de mi infancia, la mejor parte de mi vida y de mis actuales y viejos amigos, los mismo de siempre, con los que  me crié y que ahora están muy lejos de mi, pero que sin embargo guardo en un lugar muy especial de mi corazón. Déjenme hablarles de ellos: Cada fin de semana nos juntábamos en el pueblo, en la cancha, en el campo a la orilla del rio. Luego de la pichanga el asado, la cucha pal copete y a pasarlo bien. Fueron noches interminables de risas , piscolas, música y buena conversa. Siempre terminábamos bailando en la discoteca del pueblo o haciendo maldades en los caguines de baja reputación. Soy un agradecido de la vida por que estoy saturado de un pasado lleno de noches de alegrías y amistad. A ellos debo gran parte de mi felicidad, no al amor ni a mis logros profesionales, mas bien a ese simple gesto que se sabe viene de un lugar muy dentro nuestro, el saber que siempre contaras con ellos. Se que pronto estaremos demasiado lejos como para que podamos volver a revivir esos fantásticos momentos del pasado; Quisiera que ese momento jamás llegara, quisiera detener el tiempo y dejar las piscolas , la música y su compañía retenidos por siempre en mi alma, un alma que cada dia se torna mas solitaria y melancólica. Estos cuentos y mi gran aspiración de llegar a transformarme algún dia en un gran escritor se los dedico a esa amistad, al eterna, la inmortal, que nace en algún momento de la vida y que llega para no irse jamás. A mis amigos que se quedaron en el sur : a pililo, al negro, a chavito, al rora, al pato, a sopita, a masuquito, a matita, a la negra, a la pauli, al topito, al koke, al nino... también a mis grandes amigos del depto en conce: La karlita, rasputin ( viejo borracho), la pame, la isadora, el hugito, la pauli... y a mis amigos de la Katanga: El moncho, la angela, la irina, el feña, el turco, el flako,la sole, el renzo, el pendejo...y de manera muy especial a un amigo que ya no esta conmigo pero que siempre llevo en mi corazón: " El chino".

    En fin... a todos ellos les prometo que cada fin de semana que me quede hasta que me muera los dedicaré a disfrutar de la vida como ellos me enseñaron: Con alegría, con pasión, con emoción y obvio con una piscola heladita, con mucho hielo. A todos aquellos amigos que ahora están la distancia. Una abrazo muy grande y por supuesto, esta piscola va por ustedes. Salud.

 

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